Cuántas
esquinas habrá
cuántos
bares en cada esquina
cuántos
pueblos con su plaza y su fuente
y
tantas ciudades con sus parques
silenciosos
y graves
sin
vos
Amanecerá
por siglos sobre una costanera
un
malecón
una
rambla que mira al mar
y vos y yo no estaremos
Mediodías
verticales e innumerables tardes
de
una sola vereda al sol
en las que ni vos ni yo daremos sombra
Una
mesa y el vino aligerado por la luna
para nuestra ausente embriaguez
Y es
tanto en lo que no estarás
amor,
amado, amante
que
es mucho donde no querré estar
sabiendo
que no más.
No
más amante, amado, amor.